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Revista :Estúdio

versão impressa ISSN 1647-6158

Estúdio vol.8 no.17 Lisboa mar. 2017

 

ARTIGOS ORIGINAIS

ORIGINAL ARTICLES

Alejandro Gorafe y el objeto mutante: de lo común a lo sublime

Alejandro Gorafe and the Transfigured Object: from the Common to the Sublime

 

Pablo García Calvente*

*España, artista plástico. Doctor en Bellas Artes. Universidad de Granada (UGR).

AFILIAÇÃO: Universidad de Granada. Facultad de Bellas Artes. Departamento de Dibujo. Av. de Andalucía, 27, 18014 Granada, Espanha.

 

Endereço para correspondência

 

RESUMEN:

Este trabajo pretende poner de relieve la singularidad de la obra del artista Alejandro Gorafe, cuya producción está fundada en su audaz visión para captar la sensibilidad de los objetos cotidianos que, en sus manos, a través de una depuración técnica sobresaliente cargada de gran expresividad, se convierten en piezas genuinamente artísticas de enorme magnetismo. En la obra de Gorafe nada es ficticio. Los elementos que la componen se acoplan, a través de su mirada perspicaz, como si estuvieran destinados a una filiación eterna.

Palabras clave: Gorafe / objeto / ensamblaje / dibujo / escultura.

 

ABSTRACT:

This article aims to highlight the idiosyncratic nature of Alejandro Gorafe's artistic production which is based on his daring vision to capture the esthesia of everyday objects that, in his hands, by means ofanexceptionally expressive technique, become genuinely artistic pieces with enormous magnetism. In Gorafe's work, nothing is fictitious. The elements with which it is composed are joined, through his insightful gaze, as though destined for eternal filiation.

Keywords: Gorafe / object / assembly / drawing / sculpture.

 

Introducción

Este trabajo pretende poner de relieve la calidad y la singularidad de la obra del artista Alejandro Gorafe (Granada, 1962). Su elección no es azarosa, ya que este artista, a pesar de contar con la consideración respetuosa de la comunidad artística que le rodea (Granada es un referente en el mundo del arte), paradójicamente no cuenta con una repercusión a la altura de su valía artística, aunque su obra haya sido partícipe en numerosas ferias de nivel internacional (ARCO o Estampa, por ejemplo) y espacios expositivos de relevancia (Círculo de Bellas Artes de Madrid, etc.).

Podríamos decir que su producción está imbuida por su audaz visión para captar la sensibilidad de un objeto cotidiano y transformarlo, a través de una depuración técnica sobresaliente, en piezas genuinamente artísticas, sublimes, tremendamente atractivas, en poesía visual. Es un rastreador incansable de objetos potencialmente susceptibles de ser algo más. Siente especial predilección por las monturas de gafas, las chapas de las botellas de refrescos o las cuchillas de afeitar, entre otros, como puede observarse en las fotografías que acompañan este texto. Esta aseveración en la utilización de los objetos no es algo banal o fortuito, ya que está respaladada por tres décadas de trabajo continuado, de una meticulosidad exquisita y con una técnica en la ejecución sorprendente (Figura 1).

 

 

 

1. A primera vista

A primera vista, las obras Gorafe, especialista en convertir algo insignificante y sin valor en una pieza preciosa que inmeditamente anhelamos, se nos muestran como un regalo para los ojos. Como dardo de Cupido, las obras de Gorafe enamoran y atrapan al espectador, convirtiéndolo así en eterno cómplice. Un flechazo a primera vista, porque la obra de Gorafe está impregnada de "un discurso artístico lúcido que transita desde lo cotidiano y a menudo acaricia la utopía" (Hermano, 2014: 7).

Es difícil buscar una justificación teórica a algo que nace y se materializa de manera intuitiva y que no necesita una explicación o sustento teórico. De hecho, en nuestras conversaciones, cuando abordamos la razón que está detrás de la elección de algún objeto concreto, Gorafe me describe de manera humilde y natural cómo el objeto le sugiere una idea y cómo (o casi siempre) es el objeto (y no él) el que le llama la atención, ya sea por su color, su forma o el material y su textura, y cómo también el creador, finalmente, una vez seducido, se sumerge en ese pequeño mundo escudriñando cada uno de los recovecos de la morfología del objeto, ahora llamado a ser casi el centro del universo para este artista. Inicia así un recorrido que concluye con su transposición, como si de una crisálida se tratase, a otra dimensión, en este caso a la artística, en la senda que el genial Duchamp inauguró a principios del siglo pasado (Figura 2).

 

 

Los recursos con los que trabaja son relativamente sencillos, nunca usa adhesivos, de los que reniega, puesto que para él no forman parte del engranaje del objeto singular, son un añadido. Prefiere tratar sus esculturas como si fuesen el mecanismo de un valioso reloj, de esos que necesitan más que nada, la mano diestra y la paciencia experta del que sabe lo que se hace. Y de esta manera, a modo de artesano galáctico, Gorafe, se ocupa, día a día, año tras año, década tras década, en un trabajo continuo, enlazado en el tiempo y del que ni la moda, ni la tendencia, ni la opinión crítica intervienen de manera alguna. El artista y la obra, solo eso, no hay sitio para nada ni nadie más.

Las piezas creadas por este artista permanecen intactas en el tiempo, un tiempo que a modo de fanal, las cubre, protegiéndolas en su autenticidad genuina, lejos de la superficialidad de lo anecdótico y del sentido efímero de lo falso y lo postizo, dotándolas de la atemporalidad de lo eternamente vivo. Sus obras se almacenan en nuestra memoria, o en la memoria del espectador, a perpetuidad, como poemas escritos en un diario íntimo que se guarda en un lugar recondito, o poco explorado, de nuestro espíritu. Nunca se olvidan, es como el olor de un perfume, sutil, inigualable y eterno. Gorafe da una nueva dimensión superior a los elementos que conforman su obra "con una gran carga de compromiso conceptual de índole social y plástica. Social porque plantea circunstancias de una modernidad cercana (...) y plástica porque la propia meterialidad de los componentes retrotrae a un desarrollo que impulsa y compromete la idea" (Palomo 2014: 14).

 

2. El objeto mutante

¿Qué le ronda a este artista por la cabeza? Algunas veces, a través de su mirada afable, se devela, por unos segundos, esa fuerza interior llena de misterio, que envuelve también a sus trabajos, y que puede llegar a amedrentar. Sus obras son poemas inquietantes: frascos de perfume que no cesan de girar destelleantes como estrellas fugaces. Son nubes incorpóreas de alambre galvanizado sobre un cielo azul intenso, inalcanzables, preciosas, preciadas. Enigmáticas. Son conjugaciones rítmicas disonantes, formalistas, eclécticas, refrescantes, atrevidas y fugaces, en ocasiones demasiado frágiles, como el boli bic azul que mágicamente sostiene en su eje vertical una pluma de pavo real de un metro de longitud a través del tapón de su base, cotinuamente en equilibrio y que, en cualquier momento, desaparecerá. Al igual que un poeta visual, que, siguiendo la línea del "arte povera", trata de buscar la magia en los objetos cotidianos, o bien manipulándolos, en la estela de Joan Brossa, con el fin de profundizar en su esencia, Gorafe nos muestra el nacimiento de la nueva cosa, el objeto reinventado (Figura 3, Figura 4).

 

 

 

 

Es un artista poco prejuicioso en la eleccion de objetos. Siente curiosidad por todos, a todos los trata como si fuesen gemas valiosas. Eso es lo que fascina. Por ejemplo, en la serie titulada "Beber con los ojos", destaca una obra compuesta de una serie de chapas de refresco que atesoró recogiéndolas del suelo (casi todas provienen de lugares en los que estaban parcialmente enterradas o a la intemperie desde hace años) a las que ha tratado como si de fósiles del pleistoceno se tratara.

Otra de las curiosidades que uno aprecia al ver una exposicion de este artista ( las exposiciones, salvo alguna retrospectiva, suelen ser temáticas y giran alrededor del fruto del trabajo con un objeto, como por ejemplo, las chapas de bebidas, las pinzas de la ropa o el alambre, protagonista de su última exposición) es que al igual que si se tratara de una experiencia narrativa, el artista trabaja con el objeto exprimiéndolo técnica y formalmente hasta agotarlo. Lo agujerea, lo alinea por gama cromática o tamaño, textura, densidad, antigüedad o grado de deterioro, retorciéndolo y exprimiéndolo hasta conseguir sacarle su última gota de informacion codificada.

En la serie titulada "Las transformaciones de Alejandro Gorafe", nuestro artista pone esta vez su atención en los tranformadores eléctricos, pequeñas y pesadas piezas compuestas de múltiples láminas de hierro, que el artista pacientemente desmonta y atendiendo a su morfología casi robótica, vuelve a montar transformándolas a golpe de alicate y martillo en formas frágiles y livianas más propias del arte de la papiroflexia. El resultado, una vez liberado el objeto de su coraza funcional, es un artilugio sutil, que en un estático y eterno movimiento, fluye, se expande y se eleva, de manera metafórica "en una paulatina lentitud de aleteo de láminas monocromas con variantes de tonos, texturas y óxidos" (Alcalá, 2012: 4).

En la obra de Gorafe nada es ficticio. Él mejor que nadie analiza los objetos, los comprende y los acepta como son, y con una maestría soberbia, cargada de gran expresividad, los eleva a la categoría de arte. Objetos que en apariencia viven en mundos totalmente ajenos y que a través de las manos de este artista incombustible e inclasificable pese a su formalismo, se ensamblan de manera armoniosa. Siempre intenta encontrar medidas, grosores, anchuras afines; en definitiva, los elementos que componen la obra de manera aparentemente aleatoria, se acoplan a través de su mirada perspicaz como si estuvieran destinados a una filiación eterna (Figura 5). Y todo esto es posible, porque Gorafe aúna "no sólo ingenio y lucidez, divertimento y rebeldía, sino la paciencia de un investigador, la pericia de un experto y la sensibilidad de un poeta" (Infante, 1994: 5).

 

 

Como apunta Bernardo Palomo, Gorafe, con el eclecticismo que le caracteriza y con "la exuberancia de los materiales confortantes", es capaz de alcanzar, sin esfuerzo aparente, "una máxima esencialidad, como mínimos elementos suscribiendo extremos postulados plásticos y estéticos" (Palomo, 2014: 14). Esta esencialidad es tangible en la serie realizada con alambre galvanizado, compuesta de esculturas y objetos alumbrados en la década 20062016, que, bajo el título "El silencio de los objetos", aglutina, como señala Hermano, usando el metal como hilo conductor, los tres ejes argumentales que sustentan el diálogo visual del conjunto de las piezas: "la idea de artificio, la trama constructiva y la representación del vacío" (Figura 6, Figura 7).

 

 

 

 

Otro aspecto reseñable en el itinerario de su proceso creativo son las acciones performáticas, en las que su cuerpo, como si fuera una más de las piezas del engranaje, forma parte de la obra. Su presencia corporal no está distorsinada o alejada de la cotidianidad, no se trasforma a través del disfraz o se reinventa mediante otro tipo de intervención sobre su propio cuerpo, se muestra como es en realidad. Y esto, a pesar de que pueda presentar algún inconveniente formal, lo hace, por el contrario, más auténtico, empastando en la composición final de manera exquisita.

Paradójicamente, Gorafe nunca termina de analizar la esencia de sus piezas. Creo sinceramente que ni él mismo es consciente de la profundidad existencial de las mismas. Aunque intente explicar cómo ha llegado a solucionar los problemas técnicos, o cómo y por qué ha escogido uno u otro objeto, hay algo misterioso y tremendamente cifrado en el proceso creativo de este hombre, algo que lo sobrepasa, que ni él mismo es capaz de descifrar. Y eso, en mi opinión, hace más enigmático su trabajo. Es un artista con una intuición inabarcable e inagotable.

 

Conclusiones

Siempre he estado convencido de que Gorafe es un artista adelantado a su tiempo. Sorprendentemente, y pese a la fascinación y la certeza de la calidad de las obras que apreciamos en las muestras de este artista, se ha escrito poco sobre él, o más bien, no se ha profundizado lo suficiente (o con el necesario acierto crítico) en el sentido que tiene o puede llegar a tener su obra. Creo, por lo general, que los que alguna vez nos hemos atrevido, como yo ahora, a escribir sobre este creador nos vemos, en parte, invadidos por la calidad humana del artista. Esto afecta de manera contraproducente al análisis crítico que se ha realizado sobre su trabajo, ya que, al margen de la amistad con el hombre, la obra es demasiado relevante como para quedarse en anécdotas y halagos que, salvo en contadas excepciones, no cruzan, desgraciadamente, la frontera de la provincia.

Alejandro Gorafe mira la vida a través de los objetos que lo rodean, conjugando con ellos, a traves de ellos, unos códigos indescifrados con los que pasar por la vida. No hay nada más importante: el arte y el artista. De hecho, en la entrevista realizada para este artículo, Gorafe admite la relevancia que ocupa el arte en su vida, cuando confiesa: "Soy metódico en mi proceso creativo, ya que intento buscar el orden que no encuentro en la vida". Es admirable el compromiso de lealtad, rigor y pulcritud que este creador mantiene con su obra, así como la coherencia en su trayectoria, hasta el punto de que objetos realizados hace treinta años dialogan con absoluta fluidez con sus últimas creaciones.

 

Referencias

Alcalá, Alfonso (2012). "Raíz y pluma". En Alejandro Gorafe. Deus est machina!. Catálogo. Granada: Ruiz Linares. DL. CO-321-2012.         [ Links ]

Hermano, Concha (2014). "De la ironía sigerida a la invención visible. Una miscelánea de la obra de Gorafe". En Gorafe. De la ironía sugerida a la invención visible. Catálogo. Santa Fe: Instituto de América, pp. 7-11. ISBN: 978-84-616-7903-4.         [ Links ]

Infante, José (1994). "Alejandro Gorafe, el ojo sensible". En Para que veas. Las transformaciones de Alejandro Gorafe (1985-1994). Catálogo. Madrid: Círculo de Bellas Artes. DL: GR-966-1994.         [ Links ]

Palomo, Bernardo (2014). "Alejandro Gorafe sabio encantador de posiciones plásticas". En Gorafe. De la ironía sugerida a la invención visible. Catálogo. Santa Fe: Instituto de América, pp. 13-14. ISBN: 978-84-616-7903-4.         [ Links ]

 

Artigo completo submetido a 20 de janeiro de 2017 e aprovado a 5 de fevereiro 2017

 

Endereço para correspondência

 

Correio eletrónico: pgcalvente@ugr.es (Pablo García Calvente)

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