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Revista :Estúdio

versão impressa ISSN 1647-6158

Estúdio vol.4 no.8 Lisboa dez. 2013

 

DOSSIER: ARTIGOS ORIGINAIS POR AUTORES CONVIDADOS

DOSSIER: INVITED ORIGINAL ARTICLES

Artificio, la bella y la bestia del paisaje contemporáneo

Artifice, the beauty and the beast of contemporary landscape

 

Mònica Febrer*

 

*Par académico externo da Revista Estúdio. Artista visual e doctora em Bellas Artes pela universidad Barcelona.

AFILIAÇÃO: artista independente, Espanha.

 

Endereço para correspondência

 

RESUMEN:

La dificultad en determinar que es, o no, artificio, y que es, o no, naturaleza refleja un alto grado de complejidad y relatividad manifestando, así, su grandeza. Desde el punto de vista organoléptico táctil, cromático y sensorial, elementos que ayer percibíamos como artificiales hoy nos resultan "naturales" porque antes de formar parte del paisaje convivimos con ellos, familiarizándonos. A través del trabajo de Stéphane Couturier, Eduard Fíguls y Sergey Bratkov veremos cómo la presencia de la artificialidad en el paisaje puede ser unas veces violenta, otras sutilmente bella, otras monstruosa… la cual cosa no impide que el paisaje evoque una atmosfera sublime. Los artistas citados entienden o se aproximan al ser humano y a su contemporaneidad con el pretexto del artificio, y lo hacen a través del paisaje, desvelando lo que somos o lo que quisimos ser, lo que representamos o lo que quisimos representar…

Palabras-clave: Paisaje / arqueología urbana / artificio / naturaleza / sublime / nostalgia / representación / lugar / engaño / ocultar / desvelar / falsificación.

 

ABSTRACT

The difficulty in determining who is or is not artifice, and it is or not nature, reflects a high degree of complexity and relativity manifesting thus its greatness. From the tactile sensory (organoleptic) point of view, color and sensory elements that we perceived as artificial yesterday today seem "natural" because before becoming part of the landscape we live with them, join them, getting acquainted. Through the work of Stéphane Couturier, Eduard Fíguls and Sergey Bratkov, will see how the presence of artificiality in the landscape can be sometimes violent, sometimes subtly beautiful, sometimes monstrous thing... which does not prevent the landscape evokes an atmosphere sublime. These artists understand or are close to human beings and their contemporaneity with the pretext of artifice, and make it across the landscape, revealing what we are or what we wanted to be, what we stand or what we wanted to represent...

Keywords: Landscape / urban archeolog y / artifice / nature / sublime / nostalgic / performance / place / deception / hiding / revealing / forgery...

 

Introducción

Hoy podemos concretar dos períodos que han sido decisivos en lo que se refiere a la alteración del entorno natural y, consecuentemente, al imaginario paisajístico. Por un lado, la época de la revolución industrial y por otro, el descontrolado fenómeno de la construcción que se ha vivido estos últimos años en muchos países desarrollados derivado de la burbuja inmobiliaria.

Con el paso del tiempo, los artificios del primer período han ido adaptándose al hábitat y, aunque puede que evoquen nostalgia del pasado, forman parte del presente.

Los artificios del segundo período han vivido y siguen viviendo vertiginosas transformaciones y podríamos decir que la brevedad temporal en la que éstas se han producido es la causa principal de que los diferentes paisajes permanezcan inalterables en la memoria colectiva.

Pero volvamos al primer período y pensemos en la chatarra y en objetos artificiales diversos que quedaron olvidados en diferentes lugares y que aún, hoy, perduran. En este caso, las condiciones naturales (la climatología, la vegetación) han contribuido a su deterioro y éste, a una metamorfosis cromática con el medio donde entra en juego un ritual entre el dejarse ocultar y el quererse mostrar.

Vale la pena recordar el título de un artículo de Benjamin Péret publicado en octubre de 1936 en Minotaure:

 

La nature dévore el progrés et le dépasse

 

La acción del hombre, desde entonces hasta el día de hoy, ha ido "in crescendo". Ha ido interviniendo, ininterrumpidamente, de todas las formas habidas y por haber, contribuyendo a construir reiteradamente nuevos paisajes.

Vale la pena recordar, que "paisaje" es un concepto y no un objeto y por lo tanto no es lo que tenemos delante, sino lo que construimos mentalmente a través de la mirada que está supeditada al recuerdo del pensamiento y a la memoria de las emociones.

Cuando nos situamos en el periodo actual, pierden credibilidad las teorías que defendían al "ser" desde la no intrusión al medio natural. Hoy la artificialidad no nos espanta, simplemente es una realidad. Nos es familiar y refleja nuestra identidad, nuestras expectativas, nuestros sueños desmesurados. La artificialidad que vemos en el paisaje desvela lo que somos o lo que quisimos ser, lo que representamos o lo que quisimos representar.

 

Artículo

Resulta muy interesante la manera en que, según Heidegger, la tecnología interviene en el paisaje: como una verdadera mercadería del desocultar. Un desocultar que provoca a la naturaleza exigiéndole liberarse de energías que, como tales, pueden ser explotadas y acumuladas.

Para clarificar esta forma de entender la tecnología moderna en relación con el paisaje, Heidegger diferencia dos tipos de intervenciones: las que conectan más intensamente con la naturaleza y las que, por el contrario, están más distantes. A los primeros tipos de objetos tecnológicos los compara con las obras de arte por la necesidad que tienen de participar del en el contexto donde habitan para establecer su sentido objetual-existencial y por para armonizar y enriquecer el paisaje.

Para Heidegger, descubrir, transformar, acumular, repartir y cambiar son maneras de "desocultar" y lo define como "Gestell".

Probablemente Stéphane Couturier coincide con el filósofo ya que uno de los aspectos fundamentales de su obra es la naturaleza mutante de la arqueología urbana que fotografía.

Para Stéphane Couturier el cambio del pigmento y textura del desecho, el hierro o la chatarra, consecuencia de la degradación del propio material en contacto con el medio, es fundamental.

Respecto al pigmento, él mismo reconoce que la lectura metafórica de material orgánico a la que se puede llegar a través de esta característica, le interesa profundamente.

El trabajo de Stephane Couturier está dirigido a provocar una dialéctica en los elementos que configuran el mundo que habitamos. El motivo de las fotografías del artista es, como lo empezó siendo la fotografía, el mundo exterior con la única intención de entender al "ser".

Este artista no concibe sus fotografías como obras que expresan agresión al entorno urbano, es decir, destrucción del paisaje. Él prefiere hablar de mutación. El sentido de su obra responde a la esencia del "paisaje", in situ, respetando el estadio real donde se encuentre en el momento en que realiza la fotografía y desvinculándose de dramatismos nostálgicos del pasado (Figura 1, Figura 2).

 

 

 

 

Para este artista, los elementos que forman parte de los lugares atrapados por el objetivo de su cámara son organismos vivos en constante evolución. Stéphane Couturier describe ciertos elementos del contexto del medio como partes agónicas que son reemplazadas por nuevos elementos. El artista entiende el paisaje no desde la ruina (muerte) sino desde la "vida", y desde esta parcela analiza lo que sucede, desvinculándose de sentimentalismos.

De manera similar al artista francés, Eduard Fíguls traspasa fronteras entre lo que puede ser interpretado como fotografía documental, plástica o pictórica,

con la intención de que a través de esta ambigüedad sea el espectador quien decida desde donde confrontar las reflexiones sobre el individuo y sus brutales acciones urbanísticas.

A pesar de la similitud de la obra de estos dos artistas, las fotografías de Eduard Fíguls se desmarcan de las del fotógrafo francés en una inquebrantable actitud crítica que revela una mirada fiel y desvela una ironía genuina. Únicamente cuando lo considera imprescindible, opta por modificar el entorno. La apuesta por la no intervención en el medio se debe a que en él "per se" ya encuentra los elementos necesarios y el encuadre óptimo que encaja con su mirada.

En la serie de fotografías que Eduard Fíguls realizó en el 2010 bajo el título "Preguem disculpin les molesties" (Rogamos disculpen les molestias) vemos la incoherencia del yo reflejado en el espejo urbanístico. Las agresivas y a la vez estéticas fotografías de "Preguem disculpin les molesties" (Figura 3) conectan con Goya. Cuando las vemos, inevitablemente nos viene a la memoria el recuerdo de paisajes sobrecogedores donde las Saturninas grúas naranjas devoraban sin compasión los más nostálgicos escenarios domésticos.

 

 

El concepto de engaño es otro de los pilares fundamentales en el trabajo del artista catalán. La obra de Eduard Fíguls ofrece al espectador una placentera toma de conciencia del poder de fascinación que posee la falsificación en todo aquello que producimos y en todo aquello que nos rodea. La gourmande obra de lartista se alimenta de ambigua referencialidad con la perversa intención de rendir culto a la estafa.

Cada uno de los elementos que aparecen en sus fotografías paisajísticas dejan de verse de manera aislada y entran a formar parte de un todo en el teatro de una degradada "Société du spectacle" donde aparecen como actores principales la belleza, la siniestralidad, la monstruosidad o lo sublime.

Cuando construimos lo sublime desde el paisaje lo hacemos mentalmente y esta manera de hacerlo pertenece al terreno del artificio. Siempre hemos sido inventores de artificios porque somos seres pensantes y, a menudo, estos artificios han sido usados para formar parte del dominio de la naturaleza (Figura 4). El paisaje es un producto que no pertenece a un lugar físico, sino a una serie de ideas, sensaciones y sentimientos que elaboramos en el pensamiento a partir de un referente físico llamado "lugar".

 

 

La fotografía 9 metrov (Figura 5) del artista Sergey Bratkov, es heredera de la historia de la pintura y del género del paisaje.

 

 

Hoy el concepto del sublime sigue latente y muchas veces en el sístole-diástole de la combinación artificio-naturaleza. La impresionante fotografía del artista Sergey Bratkov, 9 metrov (Figura 5) es un claro ejemplo de ello.

Quizás es por el hecho de ver la torre de metal dentro de un paisaje plenamente platónico que esta imagen nos transporta al paisajismo de la pintura del romanticismo alemán y, pensándola de esta manera, la comunión que se establece entre la artificialidad (la torre) y la naturaleza (el océano), convierte la estructura en un "tótem".

La fotografía 9 metrov nos conmueve desde lo sublime. Puede ser que a pesar de la artificialidad, la frialdad y, podríamos decir, la "fealdad" veamos la torre, bella. Quizás esto se deba a la domesticación artística de lo "horrible" que defiende Nietzsche. Pero puede ser también, que la veamos no sólo antiestética sino monstruosa si la pensamos desde la oposición sistemática entre lo que es bello y lo que es sublime que Burke sostiene en su tesitura estética artística.

Sea cual sea la forma en que percibimos el artificio de la fotografía de Sergey Bratkov, lo que queda claro es que esta obra levita en este territorio y nos transporta a las pinturas del más grande artista paisajista de todos los tiempos, Caspar David Friedrich.

 

Conclusiones

La dificultad en determinar qué es, o no, artificio, o que es, o no, naturaleza refleja un alto grado de complejidad y relatividad manifestando, así, su grandeza.

La manera de entender la artificialidad dentro del paisaje puede adquirir diferentes formas y cada una de ellas defender diferentes posicionamientos.

Los artistas Stéphane Couturier, Eduard Fíguls y Sergey Bratkov se aproximan al ser humano y a su contemporaneidad con el pretexto del artificio y lo hacen a través del paisaje.

 

Referencias

Couturier, Stéphane (1999) D'Auvergne, Por: VERGNE, Jean-Charles (Catálogo realitzado en motivo de la exposición en FRAC Auvergne del 12 de Marzo al 7 de Mayo del 1999] France, Clermont-Ferrand: Ed. FRANC d'Auvergne.

Debord, Guy (2007) La Sociedad del Espectáculo. Ed: PRE-TEXTOS, 2005, ISBN: 84-8191-442-8

Heidegger, Martin, "La pregunta por la técnica." In Filosofía, ciencia y técnica (trad. al castellano de Francisco Soler y Jorge Acevedo). Xile: Ed. Universitaria Santiago de Chile (de la colección: El Saber y la Cultura) (cinquena edició         [ Links ]).

Maderuelo, Javier y A.A.V.V, (1995) 1.ACTAS: Arte y Naturaleza, Ed. La Val de Onsera. Huesca. ISBN: 84-86978-17-3        [ Links ]

Maderuelo, Javier y A.A.V.V, (1995) 2.ACTAS: El Paisaje Ed. La Val de Onsera. Huesca, ISBN: 84-86978-24-6        [ Links ]

Q_Creació Artística + Patrimoni Cultural (2007) "Qincidències", (revista trimestral de Manresa, n.10) Ed: I.I.V.V. DL:B-26762-10        [ Links ]

Q_Creació Artística + Patrimoni Cultural (2010), "SKYLINE 2.O", (revista trimestral de Manresa, n.18) Ed: I.I.V.V. DL:B-26762-10        [ Links ]

Saint Girons, Baldine (2008). Lo Sublime. Madrid: Ed. La Balsa de la Medusa. Colección dirigida por Valerio Bozal.         [ Links ]

 

Artigo completo recebido a 15 de setembro e aprovado a 30 de setembro de 2013

 

Endereço para correspondência

 

Correio eletrónico: monicafebrer@yahoo.es (Mònica Febrer)

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