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Faces de Eva. Estudos sobre a Mulher

versão impressa ISSN 0874-6885

Faces de Eva. Estudos sobre a Mulher  no.38 Lisboa dez. 2017

 

LEITURAS

Consuelo Álvarez, Violeta. Telegrafista, Periodista y Defensora de los derechos de la mujer. Crespo, V. (2016). Cuadernos de Historia de Telecomunicación, 9. Madrid: Universidad Politécnica de Madrid, 342 pp.

Begoña Villanueva García*

*Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, bego.villanueva@gmail.com


 

Consuelo Álvarez “Violeta” ha sido hasta, el comienzo de este 2017, una importante mujer olvidada por la historia contemporánea española. Gracias al trabajo de la doctora Victoria Crespo, directora del Museo Postal y Telegráfico de Madrid, el público tiene la oportunidad de conocer a la mencionada Violeta.

Consuelo Álvarez nació en Barcelona en el verano de 1867, el 24 de julio concretamente. Pertenecía a una familia burguesa que fue cambiando de residencia a lo largo de los años. De la capital catalana la familia pasó a residir durante un año en Zamora. Los cuatro años siguientes la familia vivió al sur del país, exactamente en Huelva. La provincia andaluza poseía en esos años unas importantes minas en la que trabajaban centenares de hombres en pésimas condiciones. Esto hizo que pronto surgiera en la pequeña Consuelo un sentimiento de lucha a favor de las clases desfavorecidas, algo que iba a marcar su vida en los años venideros.

Su sobrenombre, Violeta, es otro de los homenajes a las personas desfavorecidas. La violeta es una flor unida a esas personas. Consuelo Álvarez nunca les olvidó, en todas las facetas laborales que desempeño a lo largo de su vida les tuvo presentes.

Consuelo perteneció a la generación de escritoras del 98, integrada por mujeres de enorme relevancia en el panorama literario español, compuesta entre otras por Emilia Pardo Bazán, Carmen Burgos o María de Maeztu. Todas ellas defendieron las mismas ideas que sus colegas masculinos: el dolor por la pérdida en 1898 de las colonias, el atraso del país en todos los órdenes… Todos ellos defendían el mismo ideal, modernizar España desde el regeneracionismo.

Ella misma desarrolló una destacable carrera literaria que abarcó campos diferentes, tales como poesía, artículos publicados en la prensa, cuentos…, esta fue la primera área en la que comenzó a vislumbrarse el enorme talento de la, por aquel momento, joven Consuelo Álvarez.

El Congreso de Telegrafía sin Hilos celebrado en Madrid en 1906 introdujo un nuevo motivo de interés en la vida laboral de Violeta, la técnica, que en aquellos primeros años del siglo XX iniciaba su desarrollo.

En 1907 Consuelo ingresó en la Asociación de Prensa de Madrid en un momento en el que solo tres de sus socios eran mujeres. El periodismo mostró la magnífica profesional que era Violeta.

Años atrás, en 1885, había ingresado en la Administración, cuando solo contaba con 17 años, formando parte de la primera generación de mujeres que fueron contratadas por la Administración para desarrollar su trabajo en la Dirección de Telecomunicaciones. En 1931 fue la primera mujer elegida por sus propios compañeros para formar parte de la Junta Consultiva de la Dirección de Telégrafos. Además, en su haber queda haber sido la principal impulsora de la creación la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación.

Violeta también fue la primera periodista de prensa escrita, con una extensa trayectoria, como se ha mencionado en líneas anteriores, que comenzó a trabajar en la radio. Lo hizo durante dos años en Radio España.

El último campo en el que Violeta comenzó su actividad fue el político. Una vez iniciada la Segunda República en España, vigente desde el 14 de abril de 1931, tomó la decisión de presentar su candidatura al Congreso de los Diputados, lo hizo en las listas del Partido Republicano Democrático Federal. A pesar de no resultar elegida tuvo la oportunidad de conocer a una mujer muy conocida en la historia contemporanea de España, Clara Campoamor. Esta también había comenzado su carrera profesional en la Dirección de Telégrafos y también al igual que Violeta volcó su vida en la lucha por los derechos de las mujeres. Como era lógico, pronto comenzaron a celebrarse en el congreso homenajes a las mujeres que en ciudades y pueblos del país trabajan como telegrafistas.

El comienzo de la Guerra Civil en 1936 cambió el devenir de la vida de Violeta al igual que la otros muchos españoles. Fue condenada, pero debido a la avanzada edad que tenía en ese momento, 1937, los jueces decidieron que cumpliera la pena en casa en libertad provisional. Consuelo Álvarez falleció en Madrid a los 91 años, dejando tras ella una historia fascinante que por fortuna ha podido ser conocida desde el comienzo de 2017.

En resumen, la aparición de este libro, que da a conocer la figura de Consuelo Álvarez “Violeta”, era un asunto necesario en la historia contemporánea de las mujeres españolas. Acercarnos a una pionera en diversos campos, algunos tan importantes como la defensa de los derechos de las mujeres y la de las clases desfavorecidas. Por desgracia, esta defensa para ambos colectivos sigue siendo necesaria un siglo después. Gracias al trabajo de la doctora Crespo, la interesante vida de la pionera Consuelo Álvarez “Violeta” es por fin conocida.