SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 issue27The feminist political gaze on autobiographical performance artReconciliation policies in national plans for gender equality: a frame analysis author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Ex aequo

Print version ISSN 0874-5560

Ex aequo  no.27 Vila Franca de Xira  2013

 

Amor, Arte y Ecofeminismo: Cientas volando, o subvirtiendo «amar»1

Amor, Arte e Ecofeminismo: Centenas voando ou subvertendo «amar»

Love, Art and Ecofeminism: Hundreds take flight, or subverting how we love

 

Verónica Perales Blanco*

Facultad de Bellas Artes, Universidad de Murcia, España

 

RESUMEN

Este texto es una revisión del concepto de amar, un intento de repensar el objeto primo del término para entender qué significa amar desde una perspectiva abierta y libre de presupuestos. En el último tercio del siglo XX numerosos proyectos artísticos hicieron alusión, directa o indirectamente, al amor como manifestación. Parece evidente que analizar el amor desde una perspectiva de género es algo insoslayable, una condición forzosa, previa a cualquier razonamiento. Sin embargo, cuando revisamos el uso del término, descubrimos la adsorción – sistemática – y generalizada, de connotaciones dualistas de sexo y antropocentristas determinantes.

Palabras clave: Amor, arte, ecofeminismo, queer.

 

RESUMO

Este ensaio é uma revisão do conceito de amor, uma tentativa de repensar o significado principal do termo para entender o que significa amar a partir de uma perspectiva aberta e livre de pressupostos. No último terço do século XX, numerosos projectos artísticos fizeram alusão, directa ou indirectamente, ao amor como manifestação. Parece evidente que analisar o amor a partir de uma perspectiva de género é algo inevitável, uma condição forçada, anterior a qualquer raciocínio. Sem dúvida, quando revemos a utilização do termo, descobrimos a absorção – sistemática – e generalizada, de conotações dualistas de sexo e antropocentristas determinantes.

Palavras-chave: Amor, arte, ecofeminismo, queer.

 

ABSTRACT

This essay is a revision of the concept of love, an attempt to rethink the prime meaning of the term to understand what does it means to love from an open and free situation. In the last third of the twentieth century numerous artistic projects, pointed directly or indirectly, the expression of love. It seems clear that analyze love from a gender perspective is something unavoidable, a forced condition to emerge any reasoning. However, when we review the use of the term, we always find this general and systematic adsorption of dualist and determinant connotations of sex and anthropocentrism.

Keywords: Love, art, ecofeminism, queer.

 

0. Metodología

El inclasificable artista francés Robert Filliou decía que la investigación no es propia de aquellos que saben, sino más bien de los que no saben; en sus propias palabras: (la investigación) «no es un privilegio de los sabios, sino que, bien al contrario, es el ámbito de los ignorantes»2. La investigación desde las artes es en si un gran interrogante; el arte frecuentemente opera de forma indirecta, en clave metafórica, y esto dificulta enormemente una descripción analítica de los procesos que desencadena o los sistemas que utiliza. La perspectiva que abre Fritjof Capra cuando publica en 1975 The Tao of Physics es fundamental para entender las conexiones entre las diferentes vías de conocimiento3 y el potencial de la experiencia artística como investigación. En su obra, Capra muestra como las fronteras entre disciplinas son porosas. En la obra que siguió al Tao de la Física – Sabiduría insólita –, Capra cita una de las numerosas frases que tejen la inspiradora visión de uno de los pensadores más importantes del siglo pasado, a saber, Gregory Bateson: «la metáfora está en la propia raíz de la vida» (1994: 87). La metáfora es sin duda una de las herramientas más potentes de comunicación y transmisión de conocimiento: la vía más rápida – posiblemente la más certera –; la vía indirecta que traza el trayecto más corto. La metáfora, que como describe Amalia Quevedo «insinúa sin presentar, sugiere sin explicitar, evoca sin nombrar, alude sin decir; la metáfora habla en forma oblicua, apela a connotaciones laterales»4.

El método tradicional de investigación que le debemos a Descartes, el analítico, método que desfragmenta el todo y estudia cada una de las partes obviando la línea temporal y las interrelaciones dentro de la globalidad, pocas veces resulta compatible con la dinámica artística. Adoptamos pues, un sistema que se centra en las interacciones existentes entre las partes de un sistema complejo, un método que cuenta con la temporalidad y que busca los vínculos existentes entre los elementos observando siempre la visión global del sistema; un método sistémico.

El desarrollo de la investigación sigue este curso: partimos de la periferia, con partículas que corresponden a experiencias aisladas, concretas, que se refieren a las relaciones entre animales humanos y no humanos. Desde estas apreciaciones, y con ellas, nos acercamos a algunas propuestas artísticas que indirectamente cuestionan sobre el linde entre la humanidad y lo que no lo es, ¿a qué corresponde la expresión «le prope del homme»?. Desde esta fractura proponemos un amor subversivo, sin previa designación sexual, una huelga de celo al patriarcado expandida. Se plantean dos condiciones necesarias: poner el acento sobre las palabras que no están; cambiar el punto de fuga.

 

Proemio

Hay un conocidísimo refrán español que dice: «Más vale pájaro en mano que ciento volando». Básicamente quiere decir que es mejor no arriesgar algo que tenemos (con seguridad) por otra cosa que es únicamente potencial. El Centro virtual Cervantes dice al respecto: Se aplica a quienes dejan situaciones o cosas seguras, esperando otras mejores pero inciertas5 y sin lugar a dudas está relacionado con la conformidad. Podríamos interpretarlo: confórmate con lo que tienes y no sueñes, o no vueles. Lo que más me llama la atención del refrán en cuestión, es la mano; preciso: lo que asusta es la mano. Porque está claro que, el pájaro está condenado.

 

1. Volarse

Tõnn es el nombre de un águila moteada que desde hace años inverna en El Hondo6, Alicante. El águila moteada (Aquila clanga) es una rapaz diurna y una de las especies más amenazados de la familia de los Aquila. La península no era en un principio un lugar de estancia para esta especie, en el gráfico podemos ver las principales zonas en las que se ha movido, marcadas en verde durante el verano, y marcadas en azul durante el invierno, pero parece que la subida de las temperaturas medias en los últimos años ha influído en sus preferencias y recortado su descenso hacia el sur (Figura 1).

 

 

Tõnn es un águila procedente de Estonia, donde fue marcada y donde le pusieron un emisor via satélite. Es un águila «tuneada», si queremos decirlo así, con una antena que nos proporciona información sobre dónde se encuentra en diferentes épocas del año7. La primera vez que oí hablar de él – o ella –, fue en una visita que Ecologistas en Acción propuso en el parque de El Hondo en febrero de 2012, aunque desde entonces me he percatado de que es muy famosa, hablan de ella en muchos blogs y cualquier persona de la región, con interés en ornitología, conoce a Tõnn. La guarda del centro de interpretación dijo que hacía varios años que se alimentaba en el Hondo, que pasaba parte del año allí y que regresaba periódicamente.

Después comentó que había otra águila similar – hembra precisó la especialista –, llamada Iti que había empezado a hacer el mismo recorrido que él. Ambos estaban siguiendo la misma ruta migratoria estacional. Y SE ENCENDIÓ EL NEÓN EN MI CABEZA. En forma de corazón. Rosa. ¡Qué romántico!, podía imaginar sin problemas a las dos águilas, juntas, los mismos cielos… cada día, cada mes, desde hace dos años… planeando… la permanencia del amor… ¡Que estupidez! ¿verdad? Imaginar el estado de enamoramiento de dos águilas, desde mi mente hipercondicionada por todos los prejuicios que esta sociedad antropocéntrica heteronormativa capitalista y dualista nos inculca a través de la educación, las religiones, los medios… Hay tantos prejuicios mediando y significando mi mirada, que creo que puedo decir sin equivocarme que ¡ni siquiera soy capaz de ver al águila!. Yo no tengo ni idea de qué es ser un águila, ni de cómo siente un águila, cómo ve, como percibe el medio y a los otros seres vivos. No sé si Tõnn está enamorado, si la sexualidad forma parte de su vida, ni que significa el amor a cincuenta metros de altitud… (aunque seguro que no soy la única de esta sala que daría mucho por saberlo, aunque sólo fuese un momento).

El neón de mi cabeza se ha apagado, lo cubre el campo electromagnético producido por mi corazón que versa: Me gustaría poder ver el amor en abierto. Libre del imaginario normativo que lo tiene prisionero y del que yo también soy cautiva.

Volarme.

 

2. Agentes déspotas

El maltrato a los animales y su vínculo con la violencia machista y los asesinatos es una de las cuestiones abordadas desde el ecofeminismo. Recientemente Alicia Puleo posteó8 una pequeña nota en homenaje a Tike, una elefanta que, maltratada hasta lo impensable por su entrenador, terminó asesinándolo. Murió tras 86 disparos y una agonía de dos horas. Personalmente, considero que el estudio de las condiciones en las que viven los animales en la actualidad es relevante en el análisis de nuestra propia situación. Funciona a modo de espejo, vemos nuestro reflejo en ellos. Añadí un comentario al post de Alicia en su blog que terminaba así: «Gracias Tyke por liberarnos una vez más de la bestia. Entre tod@s conseguiremos terminar con ella».

Días más tarde, Teresa de Lauretis introducía el término «panteridad» en el análisis de la película Cat People9. La panteridad es el animal que tod@s llevamos dentro – al menos las hembras, en la lectura evidente de la película –. Levanté la mano para hacer un comentario, básicamente era: la panteridad es pura ficción, el vínculo que existe entre las connotaciones atribuídas al animal y la pantera en sí, es terriblemente débil. La pantera, no aparece en la película; y lo digo, no sólo porque no la veamos pasar (únicamente se oye el rugido), el animal NO está, lo único que ocupa la pantalla son las connotaciones designadas al mismo y son, fundamentalmente, producto de un convenio entre humanos. El constructo de connotaciones convenidas, se ha separado del original. Creo que Teresa no entendió mi comentario; creo que estábamos proyectando desde puntos de fuga dispares y desde luego, nuestros alzados no coincidían. Ella miraba con el constructo antropocéntrico de pantera dentro de sí, mientras yo intentaba meterme dentro de la pantera (la que no aparecía en la película, a pesar de todo lo que la mencionaron). Al margen de esta divergencia de visión, una cuestión emerge con claridad. La imagen de la pantera se aleja del animal – esto es incuestionable –. Pues bien, la imagen de lo femenino o más concretamente, la imagen de la mujer, también se ha «desprendido» de la mujer misma, aun peor, la primera tiraniza a la segunda. La imagen-representación de todos nosotros se convierte en un agente déspota al servicio de la economía y el mercado, en detrimento de la vida y el equilibrio biológico y medioambiental.

Algunos de los primeros ensayos sobre la situación de los animales en las sociedades tecnologizadas, como el de Andrée Collard Rape of the Wild afirman una extensión clara de la violencia en animales a la violación integral de la tierra, los animales y las mujeres. La gran mayoría de estos ensayos precursores presentan un clasificación bipolar radical, demonizan al sector masculino como verdugos y sitúan al femenino como eternas víctimas. No comparto íntegramente su enfoque aunque, es un hecho indiscutible que, sobre todo en períodos críticos como las guerras, la violación de tierra, mujeres y otras hembras del reino animal se repite. La violación física y moral, el facto y la humillación social, son también representaciones del cuerpo dañado.

El estado de los animales es sintomático. Hay una famosa frase de Ghandi que dice: «La calidad de una cultura se mide por su trato a los animales». Podemos ver en los animales no humanos el reflejo de lo que está siendo la humanidad.

 

3. eco/género-eco/gender: siguiendo los pasos de la boda ecosexual

Graham Bell y Anna María Staiano fueron los comisarios de la exposición Eco-Género/Eco-Gender que tuvo lugar en Xátiva (Valencia) en el 2010. Participamos en ella como Transnational Temps y a nivel personal, con una obra incipiente, inacabada, que explicaremos más tarde. Eco-Género/Eco-Gender fue un proyecto que se vinculó estrechamente a la línea abierta por las artistas Annie Sprinkle y Beth Stephens en torno a la ecosexualidad. Los comisarios, habían participado con anterioridad a La boda azul con el océano (una de las bodas ecosexuales de la pareja) que tuvo lugar en Venecia en 2009. Este es un extracto de la intervención de Graham Bell, titulada Radical Ecology: «Las Políticas de Identidad son una cortina de humo capitalista. Las estructuras del poder se basan en una falta de respeto no sólo hacia los que no nos ajustamos a sus exigencias – lxs pobres, las mujeres, lxs enfermos mentales, las personas transgénero/queer – sino también en una falta de respeto hacia el ecosistema que nos sostiene. (…) el capitalismo considera que el valor más importante de los ecosistemas es su capacidad de devenir suelo inmobiliario. Mientras guardamos muestras genéticas de las especies, ejemplares congelados e imágenes hermosas de la naturaleza en documentales y bibliotecas, parece que no importa que ya no existan en la realidad los millones de formas de vida que nos hemos cargado...» (Bell, 2010: 4).

 

3.1. Animal Exploiters y Grandes Simios en Femenino

Transnational Temps preparó para la exposición Eco-Género una gran pancarta en la línea de «viral marketing», que apuntaba a la entrada de La Errería (sala de exposiciones) acusándoles como explotadores de animales – Animal Exploiters –. Los testigos presenciales: innumerables objetos con estampados de felinos, representaciones fetichistas de animales, y mucho más (Figura 2).

 

 

La denuncia tenía carácter extensivo, evidentemente. Aquellos que viesen la pancarta podrían deducir que ellos mismos también eran explotadores, ¿quién no tiene entre sus haberes objetos que aluden al «animal»?. Nuestros hogares están llenos de ejemplares en peligro de extinción, esto es algo que hemos tratado en varias obras, paradoja entre la desaparición (natural) y la proliferación (artificial)10.

Por otro lado, Grandes Simios en Femenino (Figura 3) era una obra incipiente, que enfatiza sobre el carácter individual e irrepetible de cada una de las hembras gorila que viven en España. Es un proyecto iniciado a raíz de otro proyecto llamado Simiomobile que visibiliza la relación entre la producción de tecnología de última generación y la desaparición de los gorilas de montaña11.

 

 

Para intentar resumir el proyecto de forma sintética, diré que pretende hacer emerger las siguientes cuestiones:

– el extremo estado de peligro en el que se encuentran los grandes simios (con los que, no olvidemos, mantenemos una notable proximidad genética y biológica).

– la relación que mantenemos con ésta y otras especies de animales, resultado de una visión mecanicista que arrastramos desde la época de Descartes. Hoy en día sabemos con certeza que este paradigma no es sostenible.

– el paralelismo entre la ausencia de las hembras Gorilla en la representación de su género y la invisibilidad (o falta de reconocimiento) de mujer a lo largo de la historia. Este proyecto tiene un marcado enfoque ecofeminista.

En Grandes Simios en Femenino el dibujo era un medio de acercamieno, era un lugar de encuentro. Me descubrí dibujando los ojos de las gorilas, para que pudiesen «verme» y acercarse, tal y como ocurría cuando iba a verlas al zoo. Cuando se acercaban era emocionante, estábamos alli, unidas por las pupilas.

Al final del proyecto el sentimiento de culpabilidad empezó a oprimirme. Sentía que, además de decir he realizado un retrato grupal12 de las hembras gorila que viven13 en los zoos españoles, también podría decir: he ejercido presión con el objetivo de mi cámara sobre todas estas hembras, también sobre los machos que están con ellas. Yo no he sido para muchas de ellas ni mejor ni peor que la enorme cantidad de gente que pasa enfrente de los cristales que acotan sus vidas. Posiblemente, he sido en todo caso peor, porque están acostumbradas a que las manchas pasen por delante de ellos, pero sin permanecer. En algunos casos, como Fossey en Valencia, he presenciado manifestaciones de desacuerdo y rechazo ante mi presencia, y aún así he persistido en mi proyecto. Sentada tal y como Diane Fossey explica en Gorilas en la niebla que ha de hacerse. ¡Cuánta credulidad! ¡Qué ingénua! Estas gorilas son «postgorilas», contemporáneas de la next nature ¿alguien ha visto en un zoo que los visitantes se acerquen respetuosamente? (sin ponerse en frente de ellos, sin mirarles a la cara, agachándose para estar a una altura inferior…). Nadie lo hace. Si te acercas a ellos tomándo más tiempo del normal, comportándote de una forma extraña (por muy adecuada que pueda resultar en la selva), ¿tal vez imitándoles? Lo que estás haciendo – concluyo ahora – es violentarles más que el resto de los visitantes. Lo «habitual» se desplaza, esto es incuestionable. Nótese no obstante, que digo habitual y no lo natural.

Esta experiencia artística del dibujo reveló con nitidez la posición de mi mano, la identidad y la conciencia desde la que dibujaba. Cuando Derrida dice «L'animal nous regarde et nous sommes nus devant lui»14 (2006: 50), habla de la falta de vestimenta, de la «vergüenza original» de ese estar desprovisto de lo que nos cubre «las vergüenzas». Delante de las gorilas en el zoo, tomando notas, asombrada ante muchos de sus comportamientos… y delante de las gorilas cuando las dibujaba, sentía otro tipo de vergüenza; la de la evidencia de la actitud humana para con los no humanos, sentía una desnudez que no se refiere a la apariencia de nuestro cuerpo sino a lo no se ve, o que llevamos dentro. Me avergüenza terriblemente el egocentrismo cruel de nuestra especie, que nos recorta la capacidad de ver, que nos impide ponernos en el lugar del otro, de sentir compasión15.

 

3.2. Bestialia, la obra de Samantha Sweeting

La joven artista Samantha Sweeting fue otra de las artistas participantes en la exposición Eco-Género. Esta artista, nacida en Singapur y residente en Londres, generó bastante eco a partir de imágenes en las que se ve cómo amamanta a animales de otras especies. En la exposición podía verse la obra Bestilalia (2007), un vídeo en la que la artista lleva puesta una cabeza de burro y en el que escribe cuidadosamente con leche sobre soportes de cristal. En la obra Lamb y His fleece was white as Snow (ambas del 2008), la artista amamanta. Tal y como indica Graham Bell «estas imágenes chocan porque ponen en tela de juicio los roles establecidos: el bebé que amamanta no es humano, es un cordero, descendiente de una especie domesticada y criada para carne y lana, toma el papel del niño que debe ser atendido. Sweeting se auto-retrata como una lechera ingenua que se ha vuelto asilvestrada, sucumbiendo al deseo del retorno a la inocencia, muy lejos de la realidad de la industria agrícola moderna en la que los animales constituyen la materia prima en una línea de producción.» (2010: 28). La obra de la artista interpela directamente sobre la reciprocidad de las relaciones con los animales no humanos.

 

4. Bioindicadores

¿Por qué interesarse por los animales?: la pregunta (egocéntrica, capitalista) al título de este apartado.

– Por puro egoísmo: los animales son bioindicadores, nos muestran con precisión fenómenos que nosotros no vemos. Recientemente algunos estudios analizan el comportamiento de ciertos animales ante enfermedades, buscando la explicación de cómo animales en libertad no sufren enfermedades que para sus congéneres en cautiverio resultan mortales. Un grupo de investigadores franceses estudia a chimpancés en libertad y han descubierto que tienen «remedios» para sanarse y que hay una transmisión de este saber entre los miembros de la especie. Los animales ofrecen información directa sobre el estado del medioambiente, sus desplazamientos dibujan los fenómenos con objetividad, como ocurre con el calentamiento global y su repercusión sobre la fauna y flora. En otros casos, el rol que ejercen es clave en el equilibrio de ecosistemas – pensemos por ejemplo en el rol tan importante que cumplen seres vivos como las abejas, decisivo para lograr la sostenibilidad de un sistema mucho más complejo.

– Para vernos: reflejados en ellos. Quién no lee con asombro la noticia sobre los abusos sexuales de orangutanes hembra en Borneo y Sumatra16. Yo soy también aquellos que abusan de la joven Pony en los burdeles, como un servicio de segunda clase. Pero también soy ella misma. Y por eso cuando leo la noticia me duele doblemente, porque soy agresor y agredida, criminal y víctima. Y aquí aparece otra razón:

– Por amor: los miramos porque son parte de nosotros, y no lo son sólo porque a algunos nos los comamos. Forman parte de nosotros como lo hace todo aquello que nos construye, lo que rechazamos, todo lo que somos y lo que no somos, todo lo que nos seduce y lo que nos resulta abyecto.

En El Segundo Sexo, Beauvoir define: un «amor auténtico debería asumir la contingencia del otro, es decir, sus carencias, sus límites y su gratuidad originaria; así no pretendería ser una salvación sino una relación entre seres humanos» (1998:464). Tan sólo es necesario recortar las últimas tres palabras, el otro no es una fuente, simplemente: es.

 

5. La historia sin «eux»

En Grandes Simios en Femenino, trabajé la invisibilidad femenina de forma global, y la invisibilidad u omisión de las identidad – particular, irrepetible – a nivel individual. Pero podemos hablar de una invisibilidad mucho más radical, de enorme envergadura y escala «histórica». La historia siempre la escriben los ganadores, es más, los poderosos; por eso está repleta de ausencias. Florence Burgat escribió un capítulo muy elocuente en la publicación La question Animale. Se trata de un capítulo que ha titulado La Disparition, que es el mismo título que lleva la conocida obra de Georges Perec en la que el autor escribe íntegramente la obra sin usar la letra «e». Lo más sorprendente es que, al leer la obra no hay extrañamiento, la ausencia queda cubierta, oculta. Florence Burgat dice «On peut écrire la même histoire avec ou sans “e”, avec ou sans “eux“»17 (2011: 135). Los animales ya no nos hacen frente, han sido privados de toda vida propia, sus condiciones de vida son poco más que las condiciones de auto-producción, como carne, como cuerpos de experimentación, como stock de órganos… Han desaparecido desde que se han convertido en bienes y ya nunca en fines, desde que se han convertido en amorfos, deformes y/o impotentes, encerrados en jaulas de las que únicamente salen para ser abatidos. Derrida decía en L´animal que donc je suis (2006), que las condiciones de producción de los animales, los han convertido en irreconocibles, no identificables.

Evidentemente la historia la hemos contado sin muchos, comprendidos todos los seres vivos no humanos. Así que creo, que lo que deberíamos hacer es, por un lado, poner el acento sobre las palabras que no están (eux), por otro, desplazar el punto de fuga (Tonn, pantera, gorilas, corderos, etc). Desplazar el punto de fuga es tal vez lo más complicado. En el 2004 escribía en mi tesis «Este que describo, es el paisaje que se ve desde mis ojos, desde esta nave espacial que es mi cabeza… Yo no veo mi nave. Estoy dentro de ella, la “soy”». (Perales, 2005: 225). No hemos conocido otro punto de fuga que el nuestro, algunos aventajados han conseguido ampliarlo de forma empática, comprendiendo los puntos de fuga de otros humanos próximos. Pero la educación que recibimos y sobre todo la ficción mediática en la que vivimos, no contemplan la empatía hacia la otredad, entendiendo por otredad no sólo a la entera variedad cultural y performativa humana.

El árbol hace ruido al caer, y cae, aunque ningún animal humano lo oiga.

 

6. Cambiar el punto de fuga

Erika Fielder creó en el 2000 el Bird Feeder Hat, un sombrero pensado para atraer a los pájaros con alimento. Mas allá de ser un objeto artístico, el sombrero de Fielder es una herramienta de apertura perceptiva. No estamos acostumbrados a percibir a los pájaros a través del sonido que hacen al comer, a través de su peso sobre nuestras cabezas, sus sacudidas de alas sobre nosotros. El sombrero permite re-descubrir el concepto de pájaro, sin tener los ojos abiertos. La obra de Amy Youngs Intraterrestial Soundings (2004), funciona de forma similar, aunque los animales en este caso son gusanos. La artista crea una instalación compuesta por una especie de tumbona (llena de gusanos que están anidando), un amplificador de los sonidos del interior del módulo tumbona, un vídeo sobre la tumbona que muestra imágenes de los gusanos. La idea es percibir la existencia de estos animales de forma inusual. Leer una pista omitida de un sonido. Un intento por entender lo extra-diegético de nuestra relación con otros animales.

¿a dónde quiero ir? ¿desde dónde partiré?

Los cuerpos se encuentran vinculados al sexo desde el nacimiento, no ya porque nos obligen a decidir si nos gustan los niños o las niñas – lo que se ha llamado orientación sexual –, más allá de introducirnos en el sistema binario, nos obligan a entrar en el sistema mismo, es decir nos obligan a la sexualidad. No hay cabida para la desorientación (entendido como duda, como estado de indecisión o stand by). Obligados a sexuarnos. «La sexualidad es siempre, la dimensión estrella de la corporalidad feminista», dice Mari Luz Esteban18. Cuando pensamos en los cuerpos, de alguna u otra manera también pensamos en el sexo del mismo, y esto tiene que ver con cómo se han construído movimientos reivindicativos como el feminismo. Esta asociación imperativa cuerpo-sexo se encuentra presente en el imaginario que nos rodea y nos construye, desde la mitología hasta el cine. El cuerpo nos pesa, más que por la materia de la que está compuesto, por los registros, connotaciones y clasificaciones estancas – enteramente ficticias – que conlleva. La ficción de nuestro cuerpo, pesa mucho más que nosotros mismos.

¿Por qué la orientació sexual ha de formar parte determinante de la identidad? ¿Por qué nuestros genitales tienen un hueco en esa tarjeta – dni – que sintetiza lo que soy? Algunas teóricas relevantes en estas cuestiones identitarias como Beatriz Preciado19, proponen eliminar esta información sobre el sexo biológico. Si nos parece mal que la afiliación religiosa sea un dato significativo en nuestra acotación ¿por qué aceptar la información sobre nuestro sexo? Deberíamos partir de la indefinición, de la potencia abierta que nos permita desplazarnos libremente por el espacio. Desde ahí moveremos nuestro punto de fuga, del ámbito de lo humano trascenderemos al espacio global, entendido como la suma de elementos materiales e inmateriales planetarios.

Cuando Judith Buttler en su obra Deshacer el género, del 2004, habla de género como acto performativo, el género que «siempre se está «haciendo» con o para otro, aunque el otro sólo sea imaginario» (2006: 13), como algo cambiante. Parece que una puerta se abre, es el lado más seductor de las teorías Queer, esa indefinición o parte imprevisible del devenir, que nos da la posibilidad de ser cualquier cosa sin tener que «casarse» con ningún «nombre». Recuerdo perfectamente mi lectura prima de esta obra de Butler, la emoción que suponía sólo imaginar esta apertura. Sin embargo, considero que la teoría Queer y la práctica Queer no caminan paralelas, o dicho de otro modo, parece difícil no perder la libertad de la indefinición primera, si no dejamos de crear clasificaciones constrictivas.

 

7. Amar en abierto

Comparto con Alain Badiou la idea de que el amor «debe reafirmar su valor de ruptura, su valor de casi locura, su valor revolucionario como nunca lo hizo antes» (Badiou, 2010) aunque entiendo que amar es un acto en abierto, no es una cuestión únicamente humana ni mucho menos binaria. Acotamos y restringimos su acción desde una visión antropocéntrica, cerrando nuestros sentidos a la espera de que otro cuerpo nos toque. El amor no se toca, el amor nace dentro y su potencial subversivo es incompatible con la normalización.

Kate Millet, en Política Sexual dice claramente que el «concepto de amor romántico es un instrumento de manipulación emocional» (1975: 50). En esta dirección encontramos un análisis relevante enfocado desde lo social en el libro de Anne Jónasdóttir – El poder del Amor. ¿Le importa el sexo a la democracia? – en el que la autora afirma que el amor se concibe «como poder humano alienable y en potencia causal, cuya organización social es la base del patriarcado contemporáneo » (1993: 311). El amor subversivo se aleja de la ficción romántica, esa representación hipertrofiada de las relaciones entre humanos e inexistente entre lo humano y lo no humano. Este amor abierto no supone, y esto ha de quedar muy claro en mi exposición, una dilución de la identidad sexual de los sujetos. No desestimamos la sospecha del feminismo ante los discursos filosóficos sobre la muerte del sujeto, la multiplicidad o la dispersión, que distraen la atención y encogen el intento de las mujeres y otros colectivos de encontrar una voz propia. No podemos obviarla, al menos por el momento. Compartimos con Celia Amorós esa «verdad de la cuestión (…) no se puede desexualizar una sexualidad que nunca se ha tenido; para deconstruir el sujeto, se debe haber ganado primero el derecho a hablar como sujeto (…) para desmitificar un metadiscurso hay que tener primero acceso a un lugar en la enunciación.» (Amorós, 2007: 218). Todas sabemos que es fundamental combatir la heterodesignación, la que condiciona los movimientos de las mujeres y cualquier otra figura por minoritaria que sea. La naturaleza sirvió en los llamados «tiempos de la razón» como justificación para designar las limitaciones de la mujer; cuando algunas ecofeministas como Vandana Shiva y María Mies (1998) identifican las feminidad y la naturaleza bajo la figura de la madre están indirectamente reforzando las heterodesignaciones e impidiendo radicalemente disolver el trance. Algo parecido ocurre entre la mujer y el amor, el amor ha sido una potente arma en el sometimiento para las mujeres, el amor vinculado a los cuidados y a la maternidad fundamentalmente. Son numerosas las feministas que han respalado esta afirmación. Como dice Mari Luz Esteban, el Pensamiento Amoroso nos convierte en mujeres y hombres (2011: 39). «En la sociedad occidental de los últimos siglos se ido fraguando una forma absolutamente dominante de concebir lo humano y de representar los vínculos entre las personas, que denominaré Pensamiento Amoroso: un conjunto articulado de símbolos, nociones y teorías en torno al amor, que permea todos los espacios sociales, también los institucionales, e influye directamente en las prácticas de la gente, estructurando unas relaciones desiguales de género, clase y etnia, y un modo concreto y heterosexual de entender el deseo, la identidad y, en definitiva, el sujeto.» (Esteban, 2011: 23) No hay duda de que, en el pensamiento feminista existe una larga tradición que identifica una relación directa entre la práctica del amor y la reproducción del poder patriarcal (Langford). Y esta relación no es algo del pasado, cito aquí un ejemplo concreto difundido recientemente: la compañía Apple realizó un envío masivo de su anuncio para fomentar las ventas del día de la madre en 2012, la publicidad versaba: «Hace de todo. Igual que una madre». ¡Dan ganas de lanzarles con fuerza el iphone a la cara! (Figura 4).

 

 

Este amor, el que subyuga a la madre, pivota desde su categoría heterodesignada por el patriarcado. El pensamiento – y dentro de él la designación – heterosexual, va más allá de las prácticas sexuales; Monique Witting afirma en su libro El pensamiento heterosexual y otros ensayos: «No puedo sino subrayar aquí el carácter opresivo que reviste el pensamiento hererosexual en su tendencia a universalizar inmediatamente su producción de conceptos, a formular leyes generales que valen para todas las sociedades, todas las épocas, todos los individuos » (2006: 51-52).

En su último libro, Alicia Puleo habla de hacer una «huelga de celo al patriarcado». Su propuesta se encuentra vinculada a las tendencias del colectivo femenino en relación al cuidado de los animales, afirma: «con el amor a los animales, sean estos abandonados o privilegiadas mascotas, las mujeres desafían el patriarcado» (2011: 397), y describe «una huelga de celo consiste en cumplir una función más allá de lo que habitualmente se espera. Se trata de una acción de protesta concertada por la que la aplicación en el trabajo es tan minuciosa que los resultados laborales no se alcanzan, al menos en el tiempo previsto» (2011: 397). ¿Qué sucede si esta actividad de cuidado se exacerba y su ámbito de aplicación se desvía ligeramente hacia un objeto humilde e inesperado? Desde el punto de vista patriarcal, esta desviación de los cuidados es interpretada como una especie de traición (a la especie), ya que el objeto normal y natural del cuidado femenino son los hijos y por extensión la familia, dice Alicia Puleo.

Podemos plantear (convocar tal vez) una «huelga de celo» que se expanda más allá del ámbito de los animales, los domésticos o salvajes, grandes o pequeños, exóticos o no; un amor por lo vivo que en su globalidad desenfoque – léase éste como la libertad total, nos alejamos de la mano que atrapa al pájaro en el refrán para optar por los «cientos volando» – el carácter sexual del amor. El sujeto en huelga tiene una identidad sexual – más o menos visibilizada en función de su elección personal –, es el amor que pone en práctica el que subvierte el funcionamiento sistemático de lo que se ha nombrado como natural.

Robert Filliou, citado al principio de este artículo, decía que el arte nos hace amar más la vida que el arte. No se puede hacer Arte sin Amar, en abierto (con coma y sin coma). El amor es subversión en potencia, porque cuestiona las bases de sistemas de jerarquía, pertenencia y sometimiento.

Dos acciones básicas aparecen como necesarias en este intento de subvertir el amor, resumo: por un lado, poner el acento sobre las palabras que no están; por otro, desplazar el punto de fuga. Poner el acento sobre las palabras que no están supone, no sólo valorizar aquello que no ha sido considerado en su justa medida. Implica también valorar la ausencia, porque tenemos una tendencia clara a analizar lo que vemos, pero no lo que no vemos; lo que está, pero no lo que no está. La ausencia cuenta.

Desplazar el punto de fuga es cuestionar el antropocentrismo imperante. Aprender a ser lo demás, para entender qué somos nosotros. El amor existe más allá de los seres humanos, el mundo existe como ente sistémico más allá de nuestra existencia. No se trata de subordinar la vida humana, más bien es una cuestión de reconocimiento: quienes somos, dónde están nuestros límites, qué es el bienestar…

 

Este trabajo se enmarca en el Proyecto de Investigación Fundamental no orientada La igualdad de género en la cultura de la sostenibilidad: Valores y buenas prácticas para el desarrollo solidario (FEM2010-15599), subvencionado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (VI Plan Nacional I+D+I).

 

Referencias bibliográficas

Amorós, Celia (2007), La gran diferencia y sus pequeñas consecuencias… para la lucha de las mujeres, Editorial Cátedra, Madrid.         [ Links ]

Badiou, Alain (2010), Entrevista a Alain Badiou, «Alain Badiou: Los intelectuales son hoy los perros guardianes de los que mandan», en diario Página 12, Argentina [en línea], accesible en http://www.pagina12.com.ar/diario/especiales/subnotas/156370- 50184-2010-11-06.html [revisado 20/10/2011].         [ Links ]

Beauvoir, Simone (1998), El Segundo Sexo, Cátedra, Madrid.         [ Links ]

Bell, Graham (Ed.) (2010), Eco-Género/ Eco-Gender: un proyecto (R)evolucionario sobre la Ecología y el Género desde la perspectiva Queer, La Erreria (House of Bent), Xátiva, España.         [ Links ]

Butler, Judith (2006), Deshacer el género, Colección Paidós Studio 167, Paidós Ibérica S.A., Barcelona (Undoing Gender, 2004, Routledge).         [ Links ]

Capra, Fritjof (1990), Sabiduría insólita, Ediciones Kairós, Barcelona.         [ Links ]

Capra, Fritjof (1997), El Tao de la Física, Ediciones Sirio, Málaga.         [ Links ]

Collard, Andrée (with Joyce Contrucci) (1988), Rape of the Wild. Man’s violence against Animals and the Earth, Indiana University Press, United States.         [ Links ]

Derrida, Jacques (2006), L’animal que donc je suis, Éditions Galilée, France.         [ Links ]

Esteban, Mari Luz (2011), Crítica del pensamiento amoroso, Ediciones Bellaterra, Barcelona.         [ Links ]

Hardt, Michael y Negri, Toni, (2004), Multitud. Guerra y democracia en la era del imperio, Debate, Barcelona.         [ Links ]

Burgat, Florence, (2011), La disparition, en La question animale. Entre science, literature er philosophie, Pur éditions, Rennes, France.         [ Links ]

Jónasdóttir, Anne (1993), El poder del amor. ¿Le importa el sexo a la democracia? Editorial Cátedra, Madrid.         [ Links ]

Langford, Wendy (1999), Revolutions of the Heart. Gender, power and delusions of love, Routledge, New York.         [ Links ]

Millet, Kate (1975), Política Sexual, Editorial Aguilar, México.         [ Links ]

Puleo, Alicia (2011), Ecofeminismo para otro mundo posible, Editorial Cátedra, Madrid.         [ Links ]

Wittig, Monique (2006), El pensamiento heterosexual y otros ensayos, Editorial Egales, Madrid.         [ Links ]

Shiva, Vandana y Mies, María (1998), La praxis del ecofeminismo, Editorial Icaria, Barcelona.         [ Links ]

 

Artigo recebido em 22 de outubro de 2012 e aceite para publicação em 18 de fevereiro de 2013.

 

Note

*(Madrid, 1974), Obtuvo el título de Doctorado Europeo con la máxima calificación en 2005, con un trabajo que analizaba la relación entre el cuerpo – como vehículo de experimentación y soporte artístico (cuerpo lingüístico) – y la biosfera, profundizando en el rol que la incorporación de las llamadas nuevas tecnologías tuvieron en ella. Co-fundadora del colectivo artístico internacional Transnational Temps (2001), ha expuesto e impartido talleres a nivel nacional e internacional y ha publicado en revistas como Arte, Individuo y Sociedad, Icono 14, Creatividad y sociedad y Arte y políticas de identidad. Recientemente ha editado Creatividad y discursos hipermedia. Email: vperales@um.es

1Este texto resume la conferencia impartida en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Valencia, en el contexto de las Jornadas ECOGENERO: Jornadas eco(trans)feministas, acontecidas en marzo de 2012.

2Robert Filliou, The Gong Show, citado según La Fête permanente présente Robert Filliou. París: Musée d’art moderne de la Ville de Paris, ARC, entre otros, 1984, p. 71 [cat. Exp.].

3En la obra citada emergen en concreto las conexiones entre las teorías científicas más relevantes del siglo pasado y las ideas básicas de tradiciones místicas orientales , en general de marcado carácter holístico.

4En De Foucault a Derrida. Pasando fugazmente por Deleuze y Guattari, Lyotard, Baudrillard. Ediciones Universidad de Navarra, Navarra, 2001. Edición digital de Derrida en Castellano (http://www.jacquesderrida.com.ar/comentarios/quevedo_2.htm).

5Véase: http://cvc.cervantes.es/lengua/refranero/ficha.aspx?Par=59052&Lng=0

6El Hondo, o Paraje Natural de El Hondo se localiza en la comarca de la Vega Baja del Segura, al sur de la Comunidad Valenciana, España.

7Véase: http://birdmap.5dvision.ee/index.php?lang=en

8Véase: http://aliciapuleo.blogspot.com.es/

9Conferencia Dra. Teresa de Lauretis, Emerita Professor, University of California Santa Cruz (USA) «Panteridad: vivir en un cuerpo dañado», en el contexto del III WORKSHOP INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN: Representaciones del cuerpo dañado. Salud y sus implicaciones de género en la cultura audiovisual. Facultad de Ciencias de la Información, Universidad Complutense de Madrid, 2012.

10Véase Novus Extinctus (2001), Safari Urbis , Wildlife Offline del colectivo Transnational Temps.

11El vínculo es el coltán, para más información véase: www.simiomobile.com

12No como masa, sino como multitud, en el sentido que dan a este término Negri y Hardt . La masa es la indiferenciación; en la multitud, las diferencias sociales siguen constituyendo diferencias. La multitud es plural (Hardt; Negri, 2004:16).

13Como he comentado algunas ya han fallecido.

14El animal nos mira y nosotros estamos desnudos frente a él. Traducción libre de la autora.

15En el sentido búdico del término; sentir compasión por otro es diluir la frontera entre uno y él, tener en cuenta las condiciones que afectan a cada uno.

16Véase: http://www.thefword.org.uk/blog/2007/11/if_turning_an_o (revisado 01/08/2012).

17Podemos escribir la misma historia con o sin «e», con y sin «ellos». Traducción libre de la autora.

18Presentación de Mari Luz Esteban en las Jornadas GÉNEROS, SEXUALIDADES Y CUERPOS, en Bilbao, el 11 de noviembre del 2010. Véase: http://www.youtube.com/watch?v=-3PVBALLijw

19Presentación de Beatriz Preciado en el Festival SOS 4.8 de Murcia, 2009. Véase: http://www.youtube.com/watch?v=5hGKPM6uflg&feature=plcp&context=C4303981VDvjVQa1PpcFN_sU50bxwFLDhVv7NZnVDwhna584gVa_E=

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License