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Finisterra - Revista Portuguesa de Geografia

versão impressa ISSN 0430-5027

Finisterra  no.102 Lisboa out. 2016

 

NOTÍCIA


 

Ángel Cabo Alonso (1922-2016): um Mestre Da Geografia Peninsular

 

 

Jorge Gaspar; Lorenzo López trigal

 

 

Fallecía en abril de 2016 el profesor Ángel Cabo Alonso a los 93 años, quien fuera catedrático de Geografía en la Universidad de Salamanca desde 1964 a 1988, presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE) de 1981 a 1985 y doctor Honoris Causa por la Universidade de Coimbra en 1998. Tres nominaciones, entre otras, que enmarcan la destacada personalidad docente, investigadora y profesional, de un distinguido representante de la escuela de geógrafos españoles de la segunda mitad del siglo XX.

De raíces familiares castellanas, se formó en la Universidad de Madrid – denominada desde 1970 Complutense de Madrid –, en la Facultad de Filosofía y Letras, sección de Historia y Geografía, donde va a ser su maestro el geógrafo Manuel de Terán, quien le encamina a la Tesis doctoral (El paisaje agrario salmantino, 1960), trabajo para el que obtuvo una beca de investigación en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), pero que, habida cuenta de las dificultades económicas en el Madrid de la época, alternaba con la docencia como ayudante y profesor encargado de curso en su misma Facultad de Letras y en la de Ciencias Políticas. Continuará su andadura docente en la Escuela de Comercio de Vigo y ya como catedrático de Geografía en la Universidad de Granada, un bienio antes de trasladarse a la de Salamanca, donde va a organizar “desde cero” el Departamento de Geografía y se consolidará como el maestro de “tono tolerante” y “talante humanista” (Cabero, 1992), con influencia en la trayectoria y memoria de dos generaciones de docentes con destino en Centros de bachiller y Universidades de España.

De su labor investigadora en varios campos, resalta su especialización en Geografía agraria a partir de la concepción ruralista y el método regional tradicional, interesándose por las fuentes de información agraria, la evolución económico-agraria, las monografías comarcales, los paisajes agrarios, las producciones y cultivos, apoyado en todo momento por un trabajo minucioso de campo y archivo, además de la pertenencia al Centro de Edafología y Biología Aplicada del CSIC en Salamanca. Tal línea de investigación perseguirá como objetivo esencial el estudio de las transformaciones históricas y recientes en el rural español, particularmente en el periodo 1950-1980 (Cabo, 1984), a la que seguirán también en sus tesis doctorales algunos de sus discípulos (Barrientos, Cabero Diéguez, Cruz Reyes, García Martín, Martín Rodrigo).

Una segunda línea de investigación enlaza con la Geografía urbana y con su maestro Terán al abordar estudios, entre otros, sobre las raíces y bases geográficas de Salamanca y Zamora, sus analogías y contrastes. Asimismo, la temática urbana será tratada también en tesis doctorales de otros discípulos suyos como Enrique Clemente Cubillas – recientemente fallecido –, Antonio Campesino, Julio Villar Castro y José Luis Alonso Santos.

Por último, una tercera línea será dedicada a la Geografía regional de España y de Castilla y León, Galicia o Extremadura, en monografías y en capítulos iniciales de síntesis históricas o geográficas de gran divulgación editorial, por lo que las contribuciones de Cabo Alonso, al igual que maestros coetáneos como Vilá Valentí, García Fernández, López Gómez y Bosque Maurel, serán ilustradoras de la diversidad regional del territorio y la sociedad en la España autonómica, siguiendo así la estela de autores clásicos de la geografía regional española, los profesores Solé Sabarís, Terán y Otero Pedrayo.

La presencia de Ángel Cabo será recordada en múltiples aspectos de su vida académica, tanto en sus clases magistrales como en las clases prácticas y salidas de campo y ciudad. Será difícil igualar su excelente y precisa enseñanza en los itinerarios guiados por ciudades de la España interior, particularmente de Salamanca. Será encomiada por todos los que le conocimos su relación amigable y familiar en el trato personal a la vez que por su gestión de cuantos servicios académicos o profesionales fuera responsable, como jefe de laboratorio del CSIC, director del Departamento, Decano de la Facultad, director del Centro de Estudios Salmantinos o Presidente de la AGE. En esta última actividad, por ejemplo, pondría el mayor empeño en aproximar los estudios de Geografía y la actividad de los geógrafos al nuevo sistema educativo y al conocimiento de la sociedad en el periodo crucial de la Transición española.

Una presencia particular, a resaltar aquí, fue la del apoyo decisivo de Ángel Cabo a la relación entre los geógrafos y las instituciones académicas de Portugal y España, facilitada en primer lugar por su amistad desde tiempo atrás con el profesor Orlando Ribeiro y más recientemente con los discípulos de este en Lisboa y Coimbra. En este contexto, fue decisiva su aportación al proyecto de organizar lo que en un principio convenimos en llamar “Encuentros de Geógrafos Ibéricos”, como podemos confirmar como animadores del proyecto desde Lisboa y León.

Será precisamente en 1977 cuando se mantienen los primeros contactos con el profesor Cabo y posteriormente, con ocasión del V Coloquio de Geografía español, celebrado en Granada, con el profesor Vilá Valentí. Las dificultades en los compromisos financieros para llevar a cabo la organización del I Coloquio Ibérico de Geografía demorarán su realización, que tendrá lugar en Salamanca en mayo de 1979, esencialmente “pela energía de Cabo”, con tres ponentes españoles – el mismo Cabo, García Fernández y Vilá Valentí –, al que seguirán en 1980 el II Coloquio en Lisboa y el III Coloquio en 1983 en Barcelona, consolidándose desde entonces su organización.

Ángel Cabo Alonso tem um percurso científico e académico marcado pela busca da qualidade e utilidade da sua ação, na melhor tradição da moderna Geografia, ou seja, do que se poderia considerar o modelo de um mestre em meados do século XX: uma visão ampla e integrada das questões do território, na sua espessura temporal e enquanto resultado do drama humano. Qara tanto privilegiou na linha do seu mestre Manuel de terán uma formação clássica na procura de uma Geografia enquanto encruzilhada de saberes, das Ciências da Terra e das Ciências Sociais.

A grande demonstração dessa atitude encontramo-la, por um lado, na sua produção científica e, por outro, no magnífico exercício do magistério a que se dedicou de facto muito para além de meio século.

Um tal posicionamento e atitude provocaria necessariamente a emergência do sentido ético que acode naturalmente à prática da Geografia, na investigação, no ensino, na produção literária, na aplicação dos saberes adquiridos.

Na explicação geográfica, fosse na cidade, na montanha ou na complexidade que é o modelado que o Douro construiu para enriquecimento da Geografia e das suas práticas, Ángel Cabo era excelente. Em todas as demonstrações nunca faltava o colóquio multidisciplinar e intergeracional, assim como umas quantas estórias exemplares que muitas vezes me perguntava onde as tinha descoberto, como as tinha vivido? – muito trabalho de campo, muito amor à Terra.

Assim, nas belezas dos Arribes del Duero, “humanizando” ardilosa conjugação da tectónica com a erosão, que só se compreenderia plenamente percorrendo a meseta de um e do outro lado da fronteira, incluindo mesas e páramos, observando os blocos soerguidos que se constituíram na coluna dorsal da Península Ibérica, enfim a explicação de uma autêntica gramática generativa das formas de relevo do interior peninsular. Um regalo para o espírito e, sem dúvida, a demonstração de como a Geografia é mais.

Nesses percursos de aprendizagem – para todos, incluindo para o Mestre, como ele muitas vezes o sublinhava – a preocupação primeira correspondia aos assentamentos humanos e sobremaneira aos seus habitantes – vivos e mortos, pois todos fazem parte daquelas paisagens que Ángel Cabo tão bem sabia ajudar a descortinar, para depois as integrar numa ordem do conhecimento que verdadeiramente interessa, a que está no encontro dos três vetores: social, cultural e humano.

Assim, por exemplo, nos longos ciclos agrários e pecuários da cuenca duriense, até às modernas exsurgências do vinho, também ele puxado pelo mercado internacional que a filoxera proporcionou e pela moderna nobilitação dos Ribera, dos Toro e dos Rueda, e, mais recentemente, a moderna indústria alimentar; por último, o lazer e o turismo que transformaram cidades, pueblos e até grandes fincas.

Assim, no processo oculto da erosão de gentes e território que assolou Las Hurdes, deixando a marca das misérias de um certo tempo.

Assim, na explicação da prevalência da cultura e das práticas judaicas-neocristãs, tão bem sintetizadas aquando da visita a Hervás.

Assim, no desfiar do fio da meada, que nos fazia percorrer as cañadas da Mesta, até chegar à construção das atividades têxteis, cuja demonstração geográfica se fazia num pilar da fase industrialista, a cidade serrana de Béjar.

Don Ángel Cabo Alonso faz parte da galeria dos “Mestres Salamantinos”, que ao longo de oito séculos deram à cidade leonesa e castelhana a dimensão de farol dos saberes, científicos e literários. Mestres que por norma se respeitaram e dialogaram, o que significa que tiveram que ser sensíveis às pontes que se foram estabelecendo. Por isso Cabo Alonso admirava e cultivava poetas, historiadores, geólogos e engenheiros de montes e em todos buscava as melhores leituras que lhe permitiam a um tempo aprofundar as dimensões da cidade e da região, bem como para dar o melhor conteúdo à formação dos jovens que a universidade lhe confiava.

Don Ángel Cabo Alonso, o nosso Mestre de Salamanca, ficará na História não só como um geógrafo sábio, válido e competente, mas também como exemplo de um dedicado professor universitário, na mais pura das tradições académicas, em que o ser da universidade não se pode separar do estar na universidade: local de encontro de gentes e de ideias, por isso local de aprofundamento e criação das artes e das ciências, também lugar onde o permanente diálogo deve levar a outras grandezas, como o são a abertura de espírito, a crítica e a tolerância. Foi nesta Universidade que viveu o geógrafo Salamantino e aí o podíamos encontrar sem grandes dificuldades e assim encetar projetos e diálogos. Que saudades dessa Universidade, que saudade de Ángel Cabo.

 

NOTA FINAL

Para uma certa geração de geógrafos e de intelectuais, para lá da sua beleza e intensa e original urbanidade, Salamanca tinha dois motivos suficientes para uma visita: Ángel Cabo e a Livraria Cervantes – um lugar de cultura viva a uma hora da fronteira. Ambos se foram no dealbar deste ano de 2016. Assim como a cidade e a Universidade, também deixaram os seus frutos e as suas sementes, que vão contribuir para manter viva a chama, a luz de Salamanca.

 

REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Cabero, D. V. (1992). Semblanza: Ángel Cabo Alonso y la geografía española. In V. Cabero Diéguez et al., (Eds.), El medio rural español. Cultura, paisaje y naturaleza, vol. I (pp. 11-16). Salamanca: ediciones Universidad de Salamanca – Centro de Estudios Salmantinos.         [ Links ]

Cabo, A. I. (1984). Transformaciones en el mundo rural español durante el último cuarto de siglo. In Instituto de Estudios Agrarios, Pesqueros y Alimentarios (Eds.), Coloquio Hispano-Francés sobre Espacios Rurales, vol. I (pp. 31-44). Madrid: Ministerio de Agricultura.         [ Links ]

 

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